Principal  |   Trabajos realizados  |   Links  |   Contacto            

 

  

  RESEÑA HISTÓRICA

 

El puente sobre el río Salado en Larva descansa sobre dos pilares de piedra cuya base es ancha y escalonada, y tiene tres tramos de 105 metros de longitud; la altura alcanza los 110 metros desde la parte más profunda del barranco. Su complejidad técnica fue inusual para la época en España, lo que provocó la presentación en París el 20 de mayo de 1896 de la ya citada «Memoria en apoyo del proyecto de Viaducto», firmada por el ingeniero de caminos, José Olano. En la misma se describe la obra de la siguiente manera: “El Viaducto está constituido por un tablero metálico de 315 metros de longitud compuesto de dos vigas continuas de 10 metros de altura, de acero, de doble alma, con montantes verticales y dobles celosías, formando tres tramos de 105 metros de luz entre los ejes de los apoyos, habiéndose hecho los tres tramos de igual luz con objeto de facilitar el corrimiento del Viaducto. En efecto, el tablero, una vez construido sobre la orilla izquierda (lado de Linares) se correrá a su emplazamiento definitivo, siguiéndose este procedimiento por las siguientes razones:

En la meseta que domina el río Salado del lado de Linares, es donde únicamente pueden acopiarse los elementos del tablero, los cuales a causa de la luz de los tramos tendrán que estar formados de trozos de gran longitud y considerable peso, y por tanto no podrán transportarse sino por la vía férrea hasta pie de obra. Pero como la distancia entre la estación de Quesada, abierta ya a la explotación, y el estribo de Linares del Viaducto, es sólo de 6 kilómetros, el movimiento de tierras puede ejecutarse rápidamente, y la vía definitiva quedar terminada ínterin llegan de Francia los hierros, que han de constituir el tablero. Pensose en un principio en dar al tramo central del Viaducto una luz superior a la de los tramos extremos, por ejemplo, 130 metros. La altura de las dos pilas intermedias se hubiera disminuido algún tanto, pero habría sido indispensable acopiar los hierros del tablero en los dos extremos a la vez, lado de Almería y de Linares. Pero como el estribo Almería es inabordable en la actualidad y no podrá utilizarse sino cuando las obras del túnel y las del desmonte en roca del escarpe estén terminadas, estas condiciones exigirían mucho tiempo, y aún cuando estuviesen concluidas, no se encontraría en los alrededores, a causa del accidentado relieve del terreno, y de la pendiente continua ningún emplazamiento aceptable para depósito de los hierros y montaje de la parte correspondiente del tablero. Tales son las consideraciones que justifican la exclusión del sistema de puente Cantiliver y la adopción del de vigas continuas, cuyo emplazamiento se efectúa por medio de un simple corrimiento. En cuanto a esta última operación, la Compañía de Fives-Lille acepta en todo la responsabilidad.  La reputación que tiene adquirida en esta clase de trabajos, los numerosos e importantes puentes y atrevidos viaductos que ha construido, en particular el de Cernavoda sobre el Danubio, con tramos de 190 metros de luz, son garantía suficiente para inspirar toda confianza y la más completa seguridad de éxito. El piso del Viaducto será de palastro estriado; se establecen refugios sobre las pilas para que los vigilantes de la vía puedan utilizarlos, protegiéndolos un parapeto metálico, no sin impedir que puedan caer a través de las mallas de la celosía. Una pasarela de servicio colocada en la parte inferior de las vigas, y a la cual se llega desde el piso superior por medio de escalas de hierro, permite la inspección constante de todas las partes del Viaducto y facilita la conservación ulterior del roblonado y de la pintura. Por último, para evitar las consecuencias de un descarrilamiento en el Viaducto, la vía se ha colocado de propósito a 1’50 metros por debajo de las cabezas superiores de las vigas a fin de impedir a los vagones descarrilados que puedan volcar o caer en el vacío saliéndose lateralmente del piso del Viaducto.Pero a parte de esta consideración de facilidad, y sobre todo, de rapidez de ejecución, no vacilamos en dar la preferencia a las pilas únicamente de fábrica sobre las pilas metálicas para una obra de la importancia de la del Viaducto del río Salado, desde el momento en que se tiene la seguridad de que la base de la fundación ofrece la resistencia necesaria.

Las pilas metálicas, como es sabido, no resisten a la acción del viento sino en virtud del engrapado que es necesario emplear para su unión con la obra de fábrica del basamento, no pudiendo impedir el desplome de la pila ni asegurar su estabilidad, sino gracias a un peso suficiente de fábrica formando cuerpo con el engrapado. Ahora bien, cuanto mayor es la luz de un tablero metálico, más considerable es su altura y mayor es la tendencia a girar que se produce en la pila por la acción del viento, que aumenta por ser mayor la luz del tramo y la longitud del tren que ocupa aquel enteramente, puesto que el brazo de palanca depende de la altura de la construcción. Desde este punto de vista, no es conveniente para luces tan considerables como las que nos ocupan (105 metros) y respecto a semejante altura, contar únicamente como seguridad contra el empuje al giro de la obra que ocasiona el viento con la resistencia de los tirantes de amarre de hierro o acero, que penetran a través de la fábrica y hechos solidarios por medio de una disposición metálica empotrados en un macizo de fábrica. Estas circunstancias son causa de que actualmente muchos ingenieros prefieran las pilas de fábrica a las pilas metálicas, siempre que la naturaleza del terreno en que han de hacerse las fundaciones no se oponga a ello, caso en el cual se encuentra el Viaducto sobre el río Salado.

Las pilas de fábrica presentan, además, otra ventaja muy apreciable cuando los tableros que sobre ellas se apoyan tienen, como en el caso presente, luces extraordinarias. La gran masa que forzosamente hay que darlas impide, por su inercia, la transmisión de las vibraciones que producen por una parte los esfuerzos perturbadores laterales que originan los cruces de los trenes a gran velocidad sobre el tablero metálico y por otra la acción transversal del viento sobre la obra y los trenes, mientras que con las pilas metálicas, todos los elementos que las constituyen, así las piezas que forman las aristas, como las horizontales que las consolidan y forman el arriostrado, sólo presentan una masa relativamente pequeña, influyendo en ellas las vibraciones a la energía que presta la cal de Teil, siguiendo el procedimiento que hoy se impone en todas las grandes obras y tal como lo hemos cumplido en todos los grandes viaductos de la línea de Linares a Almería, con éxito, y aprobación de la superioridad.

En el centro de la pila existe un pozo rectangular de ángulos redondeados de 2 metros x 1’25 metros que se utilizará únicamente para la ascensión de los materiales durante la construcción de la pila, previniéndose así los graves accidentes que a elevaciones semejantes pueden originar los vientos y las tormentas en los andamiajes exteriores. Este procedimiento empleado diariamente para la construcción de las altas chimeneas de las fábricas industriales, es el mismo que se ha usado en el “Britannia-Bridge”, en el “Brooklyn”, y recientemente en Francia en el viaducto de la Souleuvre.

El pozo interior de la pila, además de la ventaja evidente de proporciona una combinación fácil y segura para la ascensión de los materiales y de los obreros, permite comprobar a cada instante, por medio de una simple plomada, el eje de la pila, y por consiguiente evitar todo error en la construcción asegurándose de la verticalidad del macizo, de la inclinación regular que ha de darse a las aristas de la pirámide y a los planos inclinados que constituyen las caras. No es ésta, por cierto, pequeña ventaja como la experiencia nos la ha demostrado, durante la reciente ejecución de nuestros grandes viaductos, como el de Anchuron, por ejemplo.

El aligeramiento interior ofrece, además, la ventaja de ayudar a la desecación de los morteros del interior del macizo y contribuye poderosamente, según recientes estudios, a uniformar las resistencias de las fábricas. La altura de las pilas, a contar del nivel del suelo natural, a plomo de sus ejes, es respectivamente de: Pila nº 1 (lado Linares) 72’50 metros. Pila nº 2 (lado Almería) 74’55 metros. Estas alturas no tienen nada de excesivas, si se las compara con las que se han adoptado en diferentes obras importantes, por ejemplo:

El empleo de la mampostería para la ejecución de estas pilas está desde luego bien justificado por la especial circunstancia de que todos los materiales de que se compone, excepto la cal hidráulica de Teil, que deberá importarse de Francia, se encuentran al pie de obra arena, grava, mampuestos, sillarejo, sillería, etc., todos de calidad superior, según hemos consignado anteriormente.

El acabado y elegante aspecto de los importantes viaductos ya construidos en Huechar, Andarax, Gergal y Anchuron, así como el de los puentes sobre el Guadalquivir, el Guadalimar y el Jandulilla, los elogios que han merecido por parte del Sr. Ingeniero Jefe de la División y de los Ingenieros que se encuentran a sus órdenes, son segura garantía de la perfecta ejecución del Viaducto” .

 

Finalmente el 14 de octubre de 1896 en Sevilla se dictó un informe favorable al mismo por Francisco Contreras, Ingeniero Jefe del Cuerpo Nacional de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos - División de Ferrocarriles de Sevilla, siendo aprobado por Real Orden de 15 de febrero de 1897. En él se valora la solidez de los apoyos, los estudios de dilatación e incluso se introducen matices estéticos en apoyo de la funcionalidad del proyecto: “La misma sencillez en la decoración de las pilas contribuye a armonizar la obra con el sitio de su emplazamiento, sitio por demás agreste y árido. Algunos detalles siquiera fuesen ligeros en la decoración y ornamentación de las pilas, afearía en vez de hermosear el conjunto” . No pasa por alto el ingeniero Francisco Contreras cierto descontento con la compañía Fives-Lille por basar la solidez de su propuesta de viaducto en informes geológicos de los Ingenieros de Minas antes citados, cuando la obra objeto de realización es competencia exclusiva de Ingenieros de Caminos. Alaba no obstante, la solidez de los pilares, que en su base tienen unas medidas de 8’24 metros x 19’61 metros y en altura se reducen a 9 metros x 4 metros. También valora el anclaje que la estructura de hierro tiene en la cúspide de los pilares y calcula aproximadamente en un año la duración de la obra de los pilares como mínimo. Recomienda, no obstante, profundizar las fundaciones hasta encontrar terreno que ofrezca todas las condiciones de cimentación, calculando al menos dos metros más bajo que el lecho del río. Discrepa de José Olano en la preferencia por los pilares de fábrica sobre los de hierro y aunque no discute la solidez de sus cálculos exige la sustitución de la mampostería concertada de paramentos y aristones por sillarejo. Dada la torrencialidad del río Salado en tiempos de lluvia, Francisco Contreras también exige a la Compañía la erección de un muro de 1’25 metros de alto para contención lateral 30 metros arriba del viaducto y otro 20 metros abajo, para evitar la fuerte erosión de que pudiera ser objeto el terreno. En la actualidad, el puente ha cambiado sustancialmente su fisonomía al desmontarse parte de su estructura de hierro original y sustituirse por otra moderna que ya no conserva el pasadizo bajo. Con la reforma también se pretendía aumentar la seguridad de la circulación al añadirse una estructura de hierro superior. De cualquier modo sigue impresionando su esbelta figura sobre los parajes serranos, tanto como la sensación que obtiene el viajero cuando pasa sobre el puente y ve como el vagón flota en el aire. La espectacularidad aumenta si tenemos en cuenta que el puente arranca en uno de sus extremos desde la misma boca del túnel, diseñado también por el ingeniero José Olano.

Del impacto que su construcción ejerció sobre las localidades cercanas existe un excepcional documento en el reportaje fotográfico que realizó en 1899 el fotógrafo Arturo Cerdá y Rico sobre la construcción e inauguración del puente.

En una de estas fotografías se toma la perspectiva en alto del puente desde el lado contrario a la salida del túnel. Otra fotografía del reportaje toma el impresionante perfil del puente desde el mismo barranco que forma el Arroyo Salado, con la locomotora y los obreros encima de las vías10. El 12 de Mayo de 1899 fue cuando se realizó la inauguración oficial y Cerdá también recogió la celebración con unas fotografías del tren oficial de las autoridades ricamente decorado con el escudo de España y diversas banderas o la multitud agolpada sobre las vías al principio del puente donde se dispuso un arco triunfal.

 

CASUSO QUESADA, RAFAEL.- "La línea de ferrocarril Linares-Almería y sus hitos patrimoniales en la arquitectura e ingeniería civiles del siglo XIX". REVISTA SUMUNTÁN Nº 21 (2004)

LARA MARTÍN-PORTUGUÉS, I.-PÉREZ ORTEGA, M.U.-CERDÁ PUGNAIRE, J.A. "Del tiempo detenido. Fotografía etnográfica giennense del Dr. Cercá y Rico" Diputación Provincial de Jaén (2001).

          

Copyright © amjcf- 04-feb-2014